Debido al incremento en los precios del petróleo y a preocupaciones ambientales, la industria de la aviación ve ahora a los biocombustibles como alternativas a los combustibles para aviones derivados del petróleo. Vuelos de prueba que utilizan biocombustibles ya están en marcha mientras la industria busca alternativas rentables y limpias al keroseno como combustible para aviones.
El método ASTM D6866 se utiliza para el análisis de biocombustibles para aviones en desarrollo. El método determina el porcentaje exacto de combustible derivado de fuentes renovables (plantas) midiendo la cantidad de carbono 14 presente en el mismo. Todo material derivado de biomasa tiene carbono 14 mientras que aquéllos de origen fósil no tienen carbono 14. Por lo tanto, el método ASTM D6866 puede usarse como una herramienta de verificación para comprobar la precisión de las mezclas de biocombustibles. Usted puede encontrar mayor información sobre el estándar ASTM D6866 aquí.
Hay varias plantas cuyos extractos están siendo sometidos a pruebas para ser utilizados como combustibles para aviones. Entre ellas se incluyen la soja, la canola, la camelina, la jatropha y las algas. La quema de combustibles derivados de los extractos de estas plantas no contribuirá al calentamiento global porque el producto de su combustión es dióxido de carbono sin emisiones netas de carbono.
Aunque la soja y la canola han generado mezclas de combustibles para aviones prometedoras, se trata de cultivos alimenticios y su uso para fines no alimentarios es criticado en los debates sobre alimentos versus combustibles.
La camelina es un tallo floral que puede alcanzar varios pies de altura y puede ser cultivada en campos de trigo dejados en barbecho. El combustible con aceite de camelina ya ha sido usado por Japan Airlines para facilitar el vuelo de un avión Boeing 747 durante 90 minutos.
Otra materia prima es la jatropha, un arbusto venenoso que puede alcanzar una altura de hasta nueve pies en tierras que no son aptas para cultivos alimenticios. Como la jatropha, las algas pueden crecer en aguas contaminadas, por lo que su producción a gran escala no sería un problema. La extracción de aceites de estas dos plantas es, no obstante, compleja.
Los aceites derivados de jatropha y algas han sido mezclados con 50% de combustible para aviones convencional, y la mezcla fue usada en un avión Boeing 737 de Continental Airlines para completar un vuelo de prueba de dos horas desde Houston – el primer vuelo comercial en Estados Unidos que utilizó biocombustibles. Se tiene registro de que Japan Airlines ha utilizado una mezcla de camelina, jatropha y algas para un vuelo de prueba.